Alejandra Pizarnik
escribió: “Hay demasiados libros, ya todo está escrito, sobre cada cosa, sobre
cada
sombra, hay millares de libros.”
Aunque amé el hecho de que su mirada haya permanecido tanto tiempo envuelta en mi escritura, supe que al apartarla; le fue imposible pensar en mí y escarbar en sus pensamientos, si algo de lo que escribí en mis libros, me pertenecía. Trató de atar cabos, recordar nuestras conversaciones y atribuir que mis pensamientos y creencias estaban camufladas en algún protagonista. Cuando me lo preguntó, fue como si mi corazón hubiera sido capaz de hacer un ruido fuerte, romperse, para luego caer al pavimento. Me quedé envuelta en pánico y reflexionando que quizás está mal que escriba drama, que seguro piensa que soy una mujer problemática o que simplemente, no fue capaz de captar la esencia de mi escritura y no haya mayor problema. Aunque muchas veces me formularon aquella pregunta; fue específicamente su duda la que me impactó y simplemente caí en cuenta, que realmente él no me conocía o quizás, era la primera vez que se topaba con un escritor. Solamente atiné a decirle: “No me juzgues, no soy yo.”
Aunque amé el hecho de que su mirada haya permanecido tanto tiempo envuelta en mi escritura, supe que al apartarla; le fue imposible pensar en mí y escarbar en sus pensamientos, si algo de lo que escribí en mis libros, me pertenecía. Trató de atar cabos, recordar nuestras conversaciones y atribuir que mis pensamientos y creencias estaban camufladas en algún protagonista. Cuando me lo preguntó, fue como si mi corazón hubiera sido capaz de hacer un ruido fuerte, romperse, para luego caer al pavimento. Me quedé envuelta en pánico y reflexionando que quizás está mal que escriba drama, que seguro piensa que soy una mujer problemática o que simplemente, no fue capaz de captar la esencia de mi escritura y no haya mayor problema. Aunque muchas veces me formularon aquella pregunta; fue específicamente su duda la que me impactó y simplemente caí en cuenta, que realmente él no me conocía o quizás, era la primera vez que se topaba con un escritor. Solamente atiné a decirle: “No me juzgues, no soy yo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario