BUSCAR

 

Como si mi mirada pudiese traspasar los objetos, busco mi chompa con prisa. Envuelta en el deseo de querer rozar nuevamente mi piel en su textura. ¿Cuándo la vi por última vez?

Con la maleta en el suelo, mis manos se convierten en una danza llena de gracia. La ropa sale como si estuviera recitando un poema, y mis manos fueran las palabras. Experimento el vacío y la belleza del gesto.

Pregunto a mis familiares si la han visto. Tal vez alguien la robó del tendedero, observo a los vecinos con recelo, pero... ¿una chompa? Quizá en ella encontraron lo mismo que yo: abrigo, ligereza y esa extraña comodidad que experimenté en su abrigo.

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